La Hermandad a parte de oficinas y almacenes requiere un espacio físico para poder desarrollar todas sus funciones y para la convivencia de los hermanos. Es de las primeras Hermandades de Sevilla que dispuso desde su fundación de un edificio para ello. A principios del siglo XVI los trinitarios cedieron el terreno para esta función al igual que para la capilla; desde entonces también se han construido varias, hasta que en 1965 se acometió la que hoy conocemos.
En principio era de una sola planta pero al final se decidió que fueran tres. En la planta baja encontramos lo que hasta hace poco era los almacenes de los pasos, pero este se ha quedado pequeño y tiene uso de ocio para los hermanos, así como la entrada y la conexión con la Capilla. En la primera planta se encuentra los despachos del Hermano Mayor, Secretaría, Mayordomía, Archivo y una sala para diferentes usos. Por último en la planta tercera se encuentra una sala de actos que preside a modo de oratorio la primitiva imagen del Cristo de las Cinco Llagas y una sala con vitrinas para la exposición permanentes de enseres de la cofradía.
Esta Casa de Hermandad fue bendecida el 20 de marzo de 1966 por el Cardenal de Sevilla Bueno Monreal. Su principal ventaja es la conexión de esta con la Capilla algo que no suele suceder en todas las Casas Hermandades de Sevilla.
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