El inicio del mes de mayo, supone el apogeo de la primavera. Desde la época barroca, este mes, estaba específicamente dedicado a la Madre de Jesucristo. Fue en ese momento cuando el mes de mayo y de María se combinaron, haciendo que esta celebración cuente con devociones especiales organizadas cada día a lo largo de todo el mes. Esta costumbre se extendió sobre todo durante el siglo XIX y se practica hasta la actualidad. Por ello desde hoy Nuestra Señora de la Esperanza ya se encuentra ataviada con tonalidades rosas, honrando así, las plegarias a María.