Queridas Hermanas y Hermanos de la Santísima Trinidad.
Mañana domingo 5 os esperamos a las 12 de la mañana en nuestra Misa de Hermandad. En ella, D. Francisco Ruiz Millán -SdB-, oficiará una Eucaristía donde se proclamará Lectura del Santo Evangelio según San Mateo, (21, 33-43).
En la Lectura, Nuestro Señor Jesucristo narra a los sumos sacerdotes y senadores del pueblo, una dura parábola avisando del gran peligro que supone olvidar que en esta vida, todo lo que sembramos y cultivamos, es gracias a Dios. Obviar que esa tierra nos la proporcionó Nuestro Señor para trabajarla y vivir por y para ella, es lo que nos puede alejar de Dios, que es Amor.
Os animamos a redescubrir y reflexionar sobre esta Lectura del Santo Evangelio en el día de mañana.
¡Os esperamos!.
Evangelio de Mateo 21, 33-43
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo:
— Escuchad otra parábola:
Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
Llegado el momento de la vendimia, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevos otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo”.
Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia”.
Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.
Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
Le contestaron:
— Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo.
Y Jesús les dice:
— ¿No habéis leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”?
Por eso os digo que se os quitará a vosotros el Reino de los Cielos y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.